El diagnóstico Estratégico se alimenta de todas las reflexiones
anteriores y constituye su salida y finalidad.
Se orienta a precisar las Fuerzas y Debilidades de los cinco
recursos fundamentales de la empresa: humanos, financieros, tecnológicos, productivos
y comerciales; este es el objetivo del Diagnóstico Interno. También permite
estimar la importancia de dichas Fuerzas y Debilidades a través de las Amenazas
y Oportunidades que provienen del entorno, para esto se realiza el Diagnóstico
Externo.
“El enfoque clásico ha conducido demasiadas veces a separar estos
dos diagnósticos, el interno y el externo, que, sin embargo, carecen de sentido
si no se contemplan interrelacionados” En efecto, son las amenazas y las
oportunidades quienes dan a cada debilidad o fuerza toda su importancia.
Durante la reflexión estratégica es común que experimentemos la natural
necesidad de alternar uno y otro supliendo los requerimientos de información
que se plantean de continuo.
Diagnóstico Interno: fuerzas y debilidades
El diagnóstico interno se impone de comienzo antes que el
diagnóstico externo. Para preguntarnos con inteligencia acerca de los cambios
en el entorno que nos afectan primero hemos de conocer a fondo nuestras
capacidades. Por esto el proceso estratégico se inicia con las fuerzas y
debilidades del Árbol de Competencias.
Diagnóstico Externo: amenazas y oportunidades
Para este diagnóstico nos valemos del estudio de escenarios
futuros (Análisis Morfológico) así como de una revisión cuidadosa del Entorno
Estratégico actual.
Este entorno usualmente se divide en dos para facilitar el
trabajo: el Entorno Competitivo Inmediato, que abarca entre sus actores a
quienes compiten por el mismo mercado, proveedores, clientes, entrantes
potenciales y los productores de sustitutos (repitiendo las Cinco Fuerzas de M.
E. Porter, 1985) y por otra parte el Entorno General, cuyos actores son los
Organismos Rectores, Ministerios Ramales, la Banca, y cualquier institución con
la suficiente autoridad como para vernos condicionados por ella.
De hacer bien estos diagnósticos encontraremos una serie de
oportunidades a corto, mediano y largo plazo que nos aporta el exterior
(atractivo estructural del sector) y son susceptibles de ser aprovechadas por
la empresa en base a sus recursos y capacidades dinámicas actuales. También
avistaremos los peligros planteados por tendencias del entorno que conducirán,
si no se acometen acciones adecuadas, a la pérdida de posición en el mercado.
Ya sabemos cuál es nuestro oficio, nuestros puntos fuertes en el
mercado actual, nuestra capacidad de respuesta, los “frentes de batalla” donde
actuamos y actuaremos, cómo se comporta el mercado y cuáles serán las
condiciones futuras más probables. Estamos en condiciones de hacer un Balance
de Fuerzas y comenzar a pensar el despliegue de la estrategia.
Que contiene el diagnostico estratégico?
En el Diagnóstico Estratégico se
alimentan de todas las reflexiones que se hacen en torno a las debilidades
oportunidades, fortalezas y amenazas que surgen dentro y fuera de la
unidad empresarial. Lograr identificar estos factores y prepararse para
enfrentar y minimizar los efectos negativos o utilizarlos para maximizar sus
efectos, es la finalidad.
Los principales beneficios que ofrece el diagnostico estratégicos son:
bjetivos
§
Identificando cuáles son los problemas actuales.
§
Valorando los recorridos de mejora.
§
Identificar las Oportunidades de Mejora, que se puedan poner en marcha de
forma inmediata, en base a su rentabilidad dirigidas a:
o
La reducción de costes.
o
La mejora de la eficiencia.
§
La mejora del nivel de servicio ofrecido.
Los beneficios que
ofrece el diagnostico estratégico son :
§
Rápida detección de las oportunidades de mejora, que apoyen la
competitividad de la empresa.
§
Obtención de la hoja de ruta para la evolución del negocio, alineado al Plan
Estratégico.
§
Estimación de ahorros potenciales, en base al análisis de los datos
proporcionados.
§
Racionalización y optimización de las inversiones a realizar y definición
de sus bases futuras de desarrollo.
§
Asesoramiento por expertos en operaciones, profesionales que vienen del
mundo de la empresa.
A modo de conclusión el diagnostico estratégico es un proceso analítico que permite conocer la situación real de
la organización y del entorno que lo rodea, generando ideas para determinar la orientación
que se puede dar a la empresa para escenarios futuros